jueves, 12 de noviembre de 2015

Siempre Dowland, una vez más Andreas

Como demuestra esta deliciosa lista de reproducción, no es necesario armar mucho barullo para crear belleza. Dejemos la pirotecnia a los belcantistas y concentrémonos en disfrutar ahora de la melancólica discreción de la música antigua: "Par délicatesse, j'ai perdu ma vie".